Tras una serie de interesantes debates, sesiones de investigación, talleres e instalaciones artísticas en 2021, Edgelands prosigue su labor en la ciudad fronteriza de Cúcuta (Colombia).
Foto de Juan Escobar.
Con una población de casi un millón de habitantes, en su mayoría jóvenes, considerables retos de seguridad y un puerto de tránsito para miles de migrantes de la vecina Venezuela, Cúcuta está considerando cada vez más la vigilancia y las tecnologías digitales para hacer frente a su seguridad urbana. En Edgelands queremos catalizar y poner de relieve los debates y reflexiones que tienen lugar en los círculos políticos, académicos y activistas en torno a estos temas. Nuestro trabajo en Cúcuta implicará un sprint de investigación de 8 semanas con una universidad local, talleres de laboratorio social y una serie de conversaciones participativas en profundidad en torno a un informe de diagnóstico sobre seguridad, vigilancia y vigilancia digital. Esperamos reunir a los responsables de la toma de decisiones, activistas y partes interesadas para iniciar conversaciones y elaborar recomendaciones políticas de forma participativa.
Nuestro informe de diagnóstico revela una ciudad afectada por los problemas de seguridad nacional que afectan al país: los conflictos rurales, los grupos armados y la justicia privada encuentran eco en la ciudad, sobre todo en los barrios periféricos. Una serie de retos sociales y económicos amplifican los problemas de seguridad urbana y los jóvenes encuentran pocas vías de movilidad social ascendente. Como ciudad fronteriza, Cúcuta ha tenido que lidiar con la afluencia y el tránsito de millones de migrantes venezolanos en busca de mejores oportunidades. La región, que suele disfrutar de una frontera abierta y del libre intercambio de bienes y mano de obra, se ha enfrentado a cierres fronterizos, una afluencia de migración informal y trastornos en la vida social y económica binacional. Mientras la policía de la ciudad intenta aumentar las tecnologías de vigilancia, algunos problemas sociales siguen sin abordarse; los ciudadanos reclaman más seguridad y más presencia policial, pero siguen sin confiar en la policía. Se habla poco de la vigilancia digital, pero los esfuerzos de seguridad comunitaria han demostrado ser medidas populares. Esperamos poder debatir estas cuestiones con todos.
Durante la última semana de julio, Edgelands, en colaboración con la iniciativa artística suiza MATZA, llevará a cabo una serie de intervenciones en colaboración con artistas locales e internacionales para explorar nuevas iteraciones del contrato social a través de intervenciones y colaboraciones artísticas. Permanezca atento para leer y ver los resultados de MATZA Edgelands en nuestro sitio web y redes sociales.