Cúcuta

Las situaciones de seguridad y los flujos migratorios de los últimos años sugieren que la dinámica y el contrato social de la ciudad serán fundamentalmente diferentes. En Edgelands nos preguntamos qué formas adoptarán estas nuevas dinámicas sociales, de convivencia y de seguridad: cómo cambiarán las experiencias vitales de quienes viven y transitan por esta ciudad fronteriza. Hemos puesto en marcha muchos proyectos y actividades para encontrar respuestas a estas preguntas. Una ciudad con una población numerosa, joven y migrante es interesante para ser estudiada, ya que estas cuestiones se encuentran en la intersección de la transformación digital, la seguridad y la vigilancia. Cúcuta muestra los retos más generales a los que se enfrenta un país en proceso de urbanización que confía en las herramientas de vigilancia para mejorar la seguridad urbana y el malestar social.

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Acerca de Cúcuta

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Cúcuta es una ciudad dinámica que ha cambiado a un ritmo acelerado. En ocasiones, estos cambios se deben a sus complejas conexiones como ciudad fronteriza, afectada por las transformaciones políticas y económicas de la vecina Venezuela. Por otro lado, los retos económicos, sociales y de seguridad a los que se enfrenta un país en conflicto como Colombia también ejercen una fuerza directa sobre la ciudad, que alberga una gran población inmigrante y depende de una frontera abierta para su dinámica diaria.

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Cuando las relaciones binacionales llegaron a un punto crítico en 2015 se cerró la frontera. Muchas familias colombianas que vivían en Venezuela fueron señaladas y expulsadas del país. Lo que había sido una dinámica de cruce fronterizo abierto y fluido se cerró abruptamente, impactando a colombianos y venezolanos a ambos lados de la frontera. La prohibición del paso fronterizo de personas y mercancías interrumpió la vida cotidiana de miles de personas, rompiendo el tejido de las redes familiares y de amistad construidas a ambos lados de la frontera. En los años siguientes, Colombia experimentó una afluencia sin precedentes de migrantes venezolanos. Sólo en 2019, más de un millón de venezolanos entraron en Colombia, la mayoría a través de Cúcuta. Incluso cuando la frontera estaba oficialmente cerrada, miles cruzaron a través de caminos ilegales controlados por bandas de traficantes de personas. La ciudad se convirtió en una especie de hogar de acogida temporal para miles de personas que intentaban abrirse paso hacia otras partes del país y del continente, y otros miles se quedaron en Cúcuta. Las tensiones con la población local y la llegada de inmigrantes han puesto a prueba el contrato social de la ciudad.

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Afectados por la presencia de todos los grupos armados y estructuras criminales en el área metropolitana, se han planteado diferentes estrategias para abordar los retos de seguridad de la ciudad. Las interacciones de los diferentes actores se ven afectadas por la falta de coordinación y conexión entre sus instituciones. Ahora que las autoridades policiales reclaman una mayor inversión y despliegue de tecnología de vigilancia, nos preguntamos cuáles serían las repercusiones para los ciudadanos y el contrato social de la ciudad cuando aún no se han satisfecho muchas de las necesidades básicas de los ciudadanos de Cúcuta. La forma en que la ciudad se ha adaptado y ha afrontado estos retos la ha convertido en una elección pertinente para el estudio y la intervención.

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Cúcuta necesita estrategias de largo plazo para adaptarse a sus múltiples dinámicas cambiantes con herramientas digitales que transformen el tejido social urbano y sus conexiones municipales, departamentales y binacionales. Al ser una ciudad asediada por tantos factores, los organismos de control y regulación de la seguridad no pueden cumplir con obligaciones que corresponden a dinámicas que no son responsabilidad directa de la ciudad. Al mismo tiempo, ciudadanos, organizaciones sociales y ONG internacionales están creando un nuevo compromiso con la ciudad y colaborando en la transformación de sus necesidades.

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Nuestro trabajo en Cúcuta

1. Vigilancia y migración

El Instituto Edgelands se centró en el estudio de la compleja interacción entre las prácticas de vigilancia y la dinámica migratoria en la ciudad de Cúcuta (Colombia). Cúcuta, situada en la frontera nororiental del país con Venezuela, se ha convertido en un lugar fundamental para comprender los aspectos sociales, políticos y tecnológicos de la migración y la vigilancia.

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Empezando por realizar una profunda revisión bibliográfica sobre la actual política de seguridad y la dinámica fronteriza de la ciudad, así como sobre los acontecimientos actuales y los temas candentes en la ciudad, llevamos a cabo entrevistas con más de 20 actores clave de todos los ámbitos y experiencias: académicos, organizadores comunitarios, funcionarios públicos, organizaciones internacionales y ONG locales. El objetivo de estas entrevistas era comprender los principales retos estructurales y de seguridad a los que se enfrenta la población de Cúcuta, así como las dinámicas cambiantes derivadas de una frontera restringida, el aumento de la migración y el deterioro de la situación de seguridad. Otro objetivo de nuestras actividades en Cúcuta era sacar a la luz lo que a menudo queda en la periferia y revelar las relaciones de poder en el contexto de la vigilancia y la migración.

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Como resultado, condensamos y analizamos estos datos en un Informe de Diagnóstico de Cúcuta. Nuestro objetivo era investigar y analizar las repercusiones de las tecnologías y estrategias de vigilancia en las poblaciones migrantes, así como las implicaciones más amplias para la sociedad, los derechos humanos y la formulación de políticas.

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Los hallazgos y conocimientos generados por el Instituto Edgelands contribuyen a una comprensión más profunda de la intersección entre vigilancia y migración, arrojando luz sobre los retos a los que se enfrentan los migrantes y las implicaciones para las sociedades que se enfrentan a una creciente migración global. Los resultados de nuestras investigaciones informan a los responsables políticos, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones internacionales, orientando los enfoques de la gestión de la migración basados en pruebas y fomentando el diálogo sobre el uso responsable de las tecnologías de vigilancia.

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2. Seguridad y desarrollo comunitario

Otro tema fuerte de investigación en el Instituto Edgelands de Cúcuta giró en torno a dos áreas clave: la seguridad y la construcción de la comunidad. Profundizamos en los efectos sociales y políticos de la vigilancia, explorando cuestiones de privacidad, confianza y autopercepción entre las personas. A través de nuestra investigación, pretendemos arrojar luz sobre las experiencias dentro del panorama de la vigilancia y abogar por políticas que protejan los derechos de las personas. Reconocemos la importancia de construir comunidades fuertes e inclusivas en Cúcuta, y exploramos cómo las prácticas de vigilancia pueden obstaculizar o facilitar este proceso.

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Entablando un diálogo con las organizaciones sociales de la ciudad, pretendemos comprender las diversas perspectivas y experiencias de la comunidad. A través de nuestras actividades de investigación, pretendemos fomentar una comprensión crítica de las dinámicas de poder y promover soluciones impulsadas por la comunidad que den prioridad al bienestar y la agencia de los individuos y grupos afectados por las prácticas de vigilancia. En otras palabras, traer al centro lo que se encuentra en las periferias y revelar las relaciones de poder. Durante el pop-up nos reunimos con actores clave de la ciudad y entablamos conversaciones y diálogos con organizaciones sociales de la ciudad como Frontera Morada, Derecho a No Obedecer y Fundación El Pilar.

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Además de nuestros esfuerzos de investigación, llevamos a cabo una serie de actividades centradas en el contrato social en relación con la vigilancia en Cúcuta. En colaboración con organizaciones aliadas, organizamos y facilitamos talleres sobre Mapas de Tierras Edificadas. Estos talleres se llevaron a cabo en distintos momentos y contaron con la participación de diferentes comunidades, centrándose principalmente en los jóvenes de la ciudad. El objetivo principal era explorar cómo perciben estas comunidades la seguridad y la vigilancia en sus entornos físicos y digitales. Durante los talleres, profundizamos en los acuerdos implícitos y explícitos que conforman la dinámica de la ciudad, teniendo en cuenta las perspectivas de los lugareños, los inmigrantes y los que gobiernan la autoridad formal e informal en la frontera.

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Esta exploración nos ayudó a comprender mejor los intrincados contratos sociales de la ciudad. Nuestras actividades pretenden promover la concienciación, fomentar el pensamiento crítico y alentar el desarrollo de enfoques responsables y éticos de la vigilancia y sus implicaciones para la comunidad. A través de nuestras investigaciones, diálogos y actividades, el Instituto Edgelands se esfuerza por contribuir a una sociedad más justa e integradora.

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3. Transformación digital en la ciudad

En nuestro esfuerzo por comprender y navegar por la transformación digital en curso en las ciudades en relación con la seguridad y el contrato social, hemos establecido un espacio único donde los estudiantes de la ciudad participan en la investigación y el diálogo. A través de proyectos de investigación dirigidos por estudiantes, lanzamos y organizamos el Sprint de Investigación con la Universidad Francisco de Paula Santander para ofrecer a la población estudiantil de la ciudad la oportunidad de explorar y analizar cuestiones emergentes que afectan directamente a sus vidas y a las preocupaciones de los ciudadanos de la ciudad. Al empoderar a los estudiantes para que lideren estos proyectos, aprovechamos sus nuevas perspectivas, ideas innovadoras y curiosidad intelectual, garantizando que los resultados de la investigación reflejen las experiencias y aspiraciones de la próxima generación.

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Estos proyectos de investigación dirigidos por estudiantes arrojaron luz sobre diversos aspectos del proceso de transformación digital. Los estudiantes colaboraron con expertos, incluidos académicos, profesionales del sector y líderes comunitarios, para fomentar un enfoque multidisciplinar que permitiera comprender las complejidades de la transformación digital en Cúcuta. Esta colaboración permitió un rico intercambio de conocimientos y experiencias, enriqueciendo el proceso de investigación y ampliando las perspectivas consideradas.

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Además del sprint de investigación, lanzamos el Informe de Diagnóstico sobre seguridad, vigilancia y sus tecnologías en Cúcuta. El informe se presentó en el foro organizado por Edgelands: "Frontera, Tecnologías, Seguridad y Vigilancia: 'Retos y Oportunidades para Cúcuta'" con la colaboración de la Universidad Libre. Este evento reunió a funcionarios municipales, investigadores, profesores venezolanos, miembros de la Policía Metropolitana, estudiantes y representantes de organizaciones de la sociedad civil para debatir los principales retos de seguridad que afectan a la ciudad.

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En última instancia, al combinar el rigor académico, los proyectos impulsados por los estudiantes y la colaboración de expertos, queríamos fomentar un enfoque potente de la transformación digital en Cúcuta. Este enfoque reconoce las diversas necesidades y aspiraciones de la población de nuestra ciudad y se esfuerza por garantizar que el proceso de transformación digital sea inclusivo, equitativo y sostenible.

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