Cúcuta
7 de febrero de 2023

Nuevas perspectivas sobre el contrato social desde Cúcuta

Andrés Boada y Santiago Uribe

En Edgelands aprovechamos el poder de las formas creativas que emplean los artistas para plantear preguntas difíciles, fomentar diálogos y materializar las voces y las vidas de los afectados por las decisiones políticas. En esta entrada de blog, Andrés Boada y Santiago Uribe comentan los resultados artísticos de MATZA Edgelands Cúcuta.

Una vidriera con imágenes de las obras realizadas en MATZA Edgelands Cúcuta

Fotografía de Andres Boada

Cúcuta es una de las ciudades fronterizas vinculadas a las complejidades y tensiones geopolíticas entre Colombia y Venezuela. También tiene sus propias complejidades de seguridad interna, al sufrir las consecuencias del conflicto armado colombiano. El anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela y la reapertura de la frontera trajo consigo la expectativa de que Cúcuta volviera a una normalidad conocida: una frontera abierta al comercio, a las personas y al retorno al dinamismo y polo de desarrollo de una región fronteriza. Sin embargo, las situaciones de seguridad y los flujos migratorios de los últimos años indican que la dinámica y el contrato social de la ciudad serán esencialmente diferentes. En Edgelands nos preguntamos qué formas adoptarán estas nuevas dinámicas sociales, de convivencia y de seguridad: cómo cambiarán las experiencias vitales de quienes viven y transitan por esta ciudad fronteriza.

En Edgelands aprovechamos el poder del arte y las formas creativas de investigación que emplean los artistas para plantear preguntas difíciles, fomentar diálogos en torno a ellas, materializar las voces y las vidas de quienes se ven afectados por estas decisiones políticas. En otras palabras, para traer al centro lo que se encuentra en las periferias y revelar las relaciones de poder.

El proyecto de residencia artística MATZA Edgelands tuvo lugar en Cúcuta del 22 al 30 de julio. Un grupo de 10 artistas convivió en la ciudad, conociendo su historia, sus gentes, su cultura, sus problemas de seguridad y migración y su potencial como zona fronteriza. Al final de la residencia tuvo lugar una exposición de arte en la Fundación El Pilar. Seis artistas y un arquitecto, Syowia Kyambi (Kenia), Adrián Preciado (Colombia/Venezuela), Ronald Pizzoferrato (Venezuela) Santiago Vélez (Colombia), Vanessa Lacaille (Francia) y Yann Gross (Suiza) presentaron sus perspectivas sobre el contrato social en Cúcuta tras una investigación artística de inmersión en la ciudad. Como parte de Edgelands pude observar de cerca el proceso creativo de las obras donde se propone que la seguridad de la ciudad no depende puramente de cifras y datos. Se necesitan modelos de seguridad humana que prioricen la convivencia, la creación, el diálogo, la ciudadanía empoderada y las garantías mínimas de los derechos básicos. Si bien es necesario contar con científicos y expertos para mejorar la seguridad de la ciudad, también es necesario contar y poner en el centro de la discusión a la población local, a los migrantes y a los artistas. Estos últimos saben cómo trabajar con la subjetividad y las experiencias, y garantizar que las cuestiones sobre el contrato social reflejen las vidas y experiencias de quienes viven en la ciudad: su gente.

Los siguientes son extractos y descripciones del trabajo de 3 artistas participantes en MATZA Edgelands en Cúcuta y los temas de la ciudad que exploraron y contribuyeron a la conversación a través de su trabajo.

Adrián Preciado (Colombia/Venezuela), "Cronista de historias"

"No quería contar sólo mi historia, sino enlazar estas microhistorias", cuenta Adrian. Porque da miedo, y no se refiere al lugar en concreto o a las personas, el miedo en sí es a la incertidumbre. Esta es la reflexión, conocer a los demás a través de las historias que llegan a contar. La esencia de este trabajo son las postales, ya que son elementos muy comunes que se envían cuando uno se encuentra en otro lugar, donde en una de las caras de la postal viene una imagen o fotografía alusiva al lugar donde uno se encuentra. Adrián eliminó la imagen y en su lugar pidió a las personas que contaran su historia a través de ella, estableciendo una imagen literaria a través de la escritura, permitiendo así la lectura de la postal de una historia contada por el otro.

Fotografía de Andrés Boada

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Ronald Pizzoferrato (Venezuela), "Migrante Wifi"

Ante la vista de tantas señales de wifi y minutos a Venezuela en la frontera, los que hacen vida en la frontera, necesitan la conexión como seguridad de lado a lado, porque como migrante que tiene familia del otro lado de la frontera es importante hacer saber a tus seres queridos que llegaste bien, si trabajas con cargas por las trochas necesitas comunicar que la carga llego bien que no hubo problemas. Se compro un modem Wifi, y se puso una trocha en Wifi, donde casi no funcionaba porque todos estaban ocupados, pero, en el puente Escobal, mucha gente se conecto. Cuando uno se conecta , no se siente tan perdido.

Foto de Ronald Pizzoferrato
Yann Gross (Suiza), "Todo el mundo te mira"

Lleva tiempo entender la frontera, estando en la frontera, en los pasos tanto legales como ilegales descubres un ambiente diferente, te miran mucho, la gente siempre te mira y estar siempre observado por el hecho de estar en un sitio fue lo principal para el diseño de la idea artística. Al llegar a una tienda en la frontera había una imagen de Jesucristo que te seguía mientras te movías, aunque era un objeto estático. Relacionando los conceptos, el trabajo consistió en retratar a personas en la frontera con moldes de escayola, haciendo vídeos de ellos, mostrando una similitud entre las dualidades de movimiento y quietud, añadiendo la idea de vigilancia en la frontera.

Foto de Adrian Preciado

Dejarse inspirar por diferentes contextos en la investigación se convierte en un proceso complejo pero poderoso, no se puede hablar intelectual ni artísticamente del contrato social si no se vive el contrato social, por eso era fundamental que los artistas pudieran recorrer todo este proceso creativo empapándose de las diferentes dinámicas que rodean la ciudad, conociendo y profundizando en su gente, para, a través de la subjetividad artística, retratar las diferentes perspectivas que se dan en Cúcuta y sus espacios. Un acercamiento que contribuyó a las nociones de estudio que intentamos exponer desde Edgelands.

Sin duda fue una experiencia muy fuerte y emotiva para todos, desde la calidad de observador pudimos conocer el complejo trabajo artístico en un tiempo limitado para entregar un proyecto, empalmar las diferentes visiones que pueden existir y establecer su lenguaje artístico fue un reto, sin embargo, era necesario obtener nuevas perspectivas del contrato social en Cúcuta, dentro de su historia y contexto cambiante. Es una construcción, es un proceso de empoderamiento donde se transforma el tejido social y se obtienen los resultados del esfuerzo artístico y académico.