Ginebra

Ginebra es una ciudad de contradicciones: provinciana y cosmopolita a la vez, conservadora y atrevida, tradicional e innovadora a la vez, empresarial y humanitaria a la vez.

Foto: Sophie Zermatten

El estatus de Ginebra como ciudad internacional, su destacada posición en la escena mundial, su influencia en la geopolítica, la multietnicidad de su población y su historia como ciudad de refugio e intercambio la convierten en una elección pertinente para el estudio y la intervención. Como centro financiero y diplomático, es una de las ciudades más influyentes del mundo debido a la abrumadora presencia de instituciones humanitarias, reuniones y congresos. Debido a esta influencia internacional, Ginebra tiene una importante oportunidad de impulsar cambios significativos en varios ámbitos, como la ciberseguridad en las ONG. Su estatus internacional también conlleva retos de seguridad específicos de la "Ginebra internacional" (por ejemplo, el espionaje y el terrorismo). Puede que estas actividades delictivas no preocupen directamente a la mayoría de los residentes, pero desde el punto de vista policial requieren una unidad especial dedicada a ellas.

Del mismo modo, la situación geográfica de Ginebra como ciudad fronteriza con Francia la convierte en refugio de la delincuencia. Esto, unido a la multietnicidad de la población, ha dado lugar a una división del territorio entre distintos grupos de delincuencia organizada en relación con mercados específicos, como el de la droga, que suele ser más habitual en las grandes ciudades.

En lo que respecta a Suiza en general, la seguridad es un aspecto fundamental de la cultura y la sociedad suizas. La mayoría de la gente considera que la seguridad pública en Ginebra es un "hecho" y tiene un alto nivel de confianza en las autoridades públicas, especialmente en la policía. Sin embargo, cuando se trata de seguridad digital, la mayoría de la gente no se siente segura y hay una falta de confianza en la capacidad de las autoridades públicas para protegerlos a ellos y a sus datos. La forma en que se responda a las cuestiones de vigilancia, privacidad, dependencia, adicción, transparencia y confianza desempeñará un papel importante en la actual renegociación del contrato social urbano de Ginebra.

Acerca de Ginebra

La evolución de la ciudad desde una aldea romana fortificada a un bullicioso centro comercial medieval, y desde una ciudadela sitiada durante la Reforma protestante a una moderna ciudad abierta, pone de relieve su naturaleza paradójica. Ginebra sigue siendo un lugar de contradicciones, provinciana y cosmopolita a la vez, conservadora y atrevida, ligada a la tradición pero propicia a la innovación, empresarial pero esperanzada en su humanitarismo. Es un lugar con una larga tradición de hospitalidad e intercambio cultural que ha forjado su identidad.

En 1989, se reveló que las autoridades federales suizas habían estado guardando más de 900.000 archivos secretos sobre organizaciones, grupos políticos, ciudadanos y extranjeros, incluidos aquellos de los que sospechaban que tenían un comportamiento "no suizo". Los expedientes contenían información sobre las actividades políticas de las personas, su vida personal e incluso sus creencias religiosas. El escándalo tuvo un impacto significativo en la sociedad suiza. Provocó una pérdida de confianza pública en el gobierno y planteó interrogantes sobre el papel de los servicios de inteligencia en una sociedad democrática. El escándalo también puso de manifiesto la necesidad de reforzar la legislación sobre privacidad en Suiza.

El 18 de junio de 2023, una amplia mayoría (94,21%) de la población de Ginebra votó a favor de modificar la Constitución para incluir el derecho a la integridad digital. Esta decisión está en consonancia con el concepto de "Contrato Social" desarrollado por el filósofo ginebrino Jean-Jacques Rousseau, y pone de manifiesto la dificultad de educar a los ciudadanos en temas nuevos. La obra de Rousseau transformó el pensamiento político y desempeñó un papel importante en la configuración del discurso político de Ginebra y su desarrollo como república basada en la soberanía popular y la participación ciudadana. En la era digital, la necesidad de un nuevo contrato social no sólo es evidente, sino esencial. El abrumador apoyo de los ginebrinos al derecho a la integridad digital, demostrado por su gran participación, subraya la urgente necesidad de repensar o renegociar el actual contrato social para incluir las nuevas relaciones, beneficios y riesgos creados por la tecnología digital.

Nuestro trabajo en Ginebra

1. Seguridad digital y contrato social

En una época en la que nuestras vidas están cada vez más entrelazadas con las tecnologías digitales, nuestro primer ciclo pop-up en Ginebra pretende iluminar el camino hacia un paisaje digital más seguro y protegido para los residentes de Ginebra.

Nuestra primera pregunta crucial gira en torno a la seguridad digital: la capacidad de las instituciones públicas y privadas para salvaguardar la vida digital de los habitantes de Ginebra. El viejo debate de "privacidad frente a seguridad" ocupó un lugar central en nuestras preguntas de investigación emergentes, ya que nos preguntamos si estos dos valores fundamentales están fundamentalmente en desacuerdo entre sí, o pueden coexistir armoniosamente en el ámbito digital.

Mediante el análisis y la colaboración con las partes interesadas locales, dedicamos nuestros esfuerzos a descubrir estrategias que refuercen la confianza en la capacidad de las instituciones públicas para garantizar la seguridad digital. En un mundo en el que las amenazas digitales evolucionan constantemente, creemos que es crucial que las personas estén informadas y se impliquen en estas cuestiones críticas. ¿Cómo puede el Instituto Edgelands fomentar un mayor interés por la seguridad digital y su impacto en el contrato social? Intentamos provocar un cambio positivo a través del compromiso de la comunidad, programas educativos y divulgación pública.

2. Seguridad y confianza

Nuestra investigación parte de una pregunta fundamental: cuando se emplean tecnologías de vigilancia con fines de seguridad, ¿cómo debería ser la transparencia para facilitar los debates democráticos? Creemos que la transparencia es la base sobre la que se construye la confianza. Otra cuestión fundamental que impulsa nuestra investigación es quién debe asumir la responsabilidad de proporcionar información sobre las tecnologías de vigilancia, que resulta crucial en un mundo en el que las fronteras entre las organizaciones públicas y privadas son cada vez más difusas. Nos comprometemos a explorar modelos innovadores que puedan ayudar a distribuir esta responsabilidad de forma equitativa y eficaz.

Por último, nuestra investigación examina si deben aplicarse las mismas normas, independientemente de que las tecnologías de vigilancia pertenezcan a organizaciones públicas o privadas. En una era en la que la seguridad digital afecta a todo el mundo, estamos decididos a desentrañar las complejidades de la gobernanza y la regulación para garantizar que los derechos e intereses de las personas se defienden de forma coherente.

3.Transparencia y sensibilización en las tecnologías de vigilancia

Nuestra investigación comienza con una pregunta fundamental: ¿Cuáles son las funciones y responsabilidades de la ciudad, el cantón y los particulares en la salvaguarda de la seguridad digital? Dado que los límites entre los sectores público y privado se difuminan en el panorama digital, nuestro objetivo es delinear marcos claros que definan las responsabilidades de cada entidad. La segunda cuestión crítica que planteamos es cómo el derecho a la integridad digital complementa o mejora los acuerdos existentes en torno a la seguridad digital para los residentes de Ginebra. Nuestra investigación pretende tender un puente entre los marcos jurídicos y los derechos individuales, creando una base más sólida para la seguridad digital y empoderando a los residentes para que protejan su yo digital.

Por último, nuestra investigación desafía las nociones convencionales del contrato social al contemplar si debe abarcar a las empresas privadas. En caso afirmativo, tratamos de determinar cómo puede lograrse su inclusión. A medida que las tecnologías digitales se convierten en parte integrante de la vida cotidiana, no puede ignorarse el papel de las entidades privadas en la configuración del contrato social. Nuestro objetivo es allanar el camino hacia un contrato social más completo e inclusivo que refleje las realidades de la era digital.

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