Medellín
1 de septiembre de 2022

Lecciones y preguntas de nuestro trabajo en la ciudad de Medellín

María Camila Roldán‍

En esta entrada de blog, Maria Camila Roldán sintetiza los aprendizajes de diferentes actividades de Edgelands en la ciudad de Medellín, incluyendo: entrevistas, maratón de investigación, residencias artísticas, maratón de datos y un taller con Editores de Ciudad.

Paisaje de Medellín, Colombia, con arco iris.

Foto de Reg Natarajan para Flickr

‍Evoluciónde la seguridad, convivencia y vigilancia en Medellín:

  • En los últimos 30 años, Medellín ha avanzado en el trabajo de los retos de seguridad, convivencia y vigilancia.
  • La ciudad es y ha sido pionera en entender el fenómeno de la seguridad como hermano de la convivencia desde la década de 2000. Incluir la convivencia amplió el trabajo de las entidades encargadas de la seguridad, desde las intervenciones urbanas y artísticas hasta los cambios en el lenguaje, el replanteamiento del papel del Estado en la labor de seguridad, terminología como la "corresponsabilidad ciudadana" y estrategias cívicas como NoCopio. 
  • Al mismo tiempo, distintos sectores de la ciudadanía, al igual que gran parte del país, muestran un creciente nivel de desconfianza en las instituciones tradicionales, en los líderes de la ciudad y en la propia ciudadanía. Esto se manifiesta de diferentes maneras: algunos sectores, por ejemplo, muestran interés en que haya más presencia policial, mientras que otros desconfían de su presencia. Los niveles de desconfianza son particularmente altos entre los jóvenes, quienes son señalados y estimados (especialmente después del Paro Nacional de 2021). Los jóvenes son también los principales protagonistas de los problemas de seguridad de la ciudad.

Adopción y uso de tecnologías de vigilancia:

  • La implantación de tecnologías de vigilancia para la seguridad, incluidas las cámaras de seguridad, el reconocimiento facial, el reconocimiento automático de matrículas y las cámaras corporales, han demostrado ser herramientas eficaces (en mayor o menor medida) en la contención de algunos delitos, como los robos, y en el enjuiciamiento de causas penales. Miembros de los servicios públicos entrevistados por Edgelands han destacado la utilidad de estas herramientas (especialmente el reconocimiento automático de matrículas) para facilitar y posibilitar las operaciones policiales y judiciales.
  • Las herramientas tecnológicas, las acciones de la fuerza pública y la estructura gubernamental en torno a la convivencia y la seguridad se limitan a generar impacto sobre uno de los problemas estructurales más significativos e institucionalizados de la ciudad, que es el manejo, dominio y legitimidad que tienen los combos en la mayor parte del territorio.
  • Sigue habiendo retos por parte del gobierno y preguntas abiertas por parte de la ciudadanía en torno a la gobernanza de la información recogida por estas tecnologías. Por ejemplo: ¿cuánto tiempo debe conservarse la información, cómo la utilizan las autoridades y cómo afecta esto a la confianza de los ciudadanos?

Institucionalidad (formal e informal):

  • En muchas zonas de la ciudad, los "combos" coexisten con las instituciones formales y son las instituciones informales encargadas de brindar seguridad y atender las demandas ciudadanas en materia de convivencia. Esto muestra una seguridad inestable ya que son actores que realizan actividades ilegales. En sus acciones por preservar un orden establecido en los barrios también generan inseguridad; siendo responsables de gran parte de la violencia y homicidios en la ciudad. 
  • Hay también un contraste entre el poder formal del Estado y el poder informal de los combos; hay también un paralelo entre las tecnologías de vigilancia del Estado (centralizadas y en muchos sentidos reguladas) frente al uso diferido de las redes sociales y de las tecnologías de comunicación y vigilancia (quizás pero no siempre más precario) por parte de los combos. Las redes sociales, igualmente, pueden estar teniendo un efecto importante en cómo los diferentes segmentos de la población se relacionan con la seguridad y la convivencia, cómo perciben la situación de seguridad y convivencia y, en general, los retos y realidades de la ciudad y el país.
  • Adicionalmente, la falta de articulación del área metropolitana implica retos importantes para la gobernabilidad de la seguridad y la convivencia en el Valle de Aburrá y, por supuesto, en Medellín. La línea 123 de Medellín, por ejemplo, recibe llamadas de todos los municipios vecinos.

Algunas preguntas para reflexionar sobre el futuro de la gobernanza y el control ciudadano de la seguridad, la convivencia y la vigilancia en la ciudad:

  • ¿Es necesario integrar mejor los diferentes sistemas de información de la ciudad y del Valle de Aburrá, y cómo debe hacerse respetando los derechos de los ciudadanos?
  • ¿Cómo podemos aplicar mejores políticas de transparencia y supervisión de la información recopilada y las tecnologías adquiridas por la ciudad?
  • ¿Cuáles son los límites de las herramientas de vigilancia a la hora de hacer política de seguridad y convivencia en la ciudad? ¿Existe un problema de "solucionismo tecnológico" y cómo evitarlo en el futuro)? 
  • ¿Pueden utilizarse las herramientas tecnológicas para generar confianza entre y con los ciudadanos?

Líneas de acción para una política de seguridad, vigilancia y tecnología en Medellín:

  • Establecer directrices claras -y públicas, si ya existen- sobre cómo adoptar y utilizar las tecnologías de vigilancia y los datos que recopilan en la ciudad. 
  • Incorporar mecanismos participativos que sean realmente inclusivos y generen confianza entre los ciudadanos y las autoridades, especialmente los jóvenes -grupos de discusión, etc.- para alimentar los procesos de toma de decisiones relativos a la gobernanza de las tecnologías de vigilancia y la política de seguridad en la ciudad. - para alimentar los procesos de toma de decisiones relativos a la gobernanza de las tecnologías de vigilancia y la política de seguridad en la ciudad.
  • Debe ser prioritario fomentar la toma de decisiones basada en datos y en el análisis de la información recogida a través de herramientas tecnológicas para contribuir a la generación de soluciones preventivas y no meramente reactivas.
  • Las personas y su seguridad primero, la tecnología después. Hacer hincapié en las necesidades reales de las personas y adoptar tecnologías de vigilancia cuando realmente ayuden a las autoridades a satisfacerlas.

A partir de las ideas y preguntas de este documento, esperamos sentar las bases para proponer algunas recomendaciones de políticas públicas sobre seguridad, convivencia y digitalización de la ciudad, y seguir promoviendo el debate y la acción.