Medellín
23 de abril de 2024

Perspectivas ciudadanas sobre la seguridad y la tecnología en Medellín

María Camila Roldán y María Andrea González Gutiérrez

Resultados de la encuesta "Hablemos de la digitalización de la seguridad", realizada en colaboración con Hablemos Medellín.

Simposio de Medellín

Desde 2021 el Instituto Edgelands ha trabajado en Medellín promoviendo espacios de diálogo y reflexión sobre los efectos de la digitalización de la seguridad en el contrato social urbano. En el año 2023, en el marco de las elecciones locales, entablamos una alianza con Hablemos Medellín con el fin de promover espacios de diálogo comunitario y recoger pensamientos, ideas y preocupaciones de la población sobre su futuro. Hablemos Medellín es una metodología de conversación ciudadana liderada por la academia y organizaciones privadas para consolidar opiniones colectivas sobre qué se debe cambiar, mejorar y mantener en la ciudad.

Las conversaciones se llevaron a cabo entre junio y julio del 2023 con 1520 participantes. Durante ellas surgió como tema de interés recurrente y preponderante la seguridad, siendo frecuentemente relacionada por los y las participantes con los robos, el espacio público, la policía, la vigilancia, entre otros.

En septiembre se envió a los 1520 participantes por correo electrónico una encuesta que constó de tres preguntas demográficas y siete relacionadas con la digitalización de la seguridad. En estas últimas se indagó por los riesgos percibidos por los encuestados en la ciudad; la relación que tienen con la vigilancia y la seguridad en términos generales; su conocimiento sobre las tecnologías para la vigilancia en Medellín; conocimiento general sobre la seguridad en relación con la tecnología; y prácticas de seguridad y privacidad de los ciudadanos a través de la tecnología y en el ámbito digital. También se ofreció un espacio de texto abierto para que los encuestados compartieran sus opiniones y percepciones en general sobre estos temas.

A lo largo de un mes recolectamos 127 respuestas en total, para una tasa de respuesta de 8.3%. A continuación señalaremos algunos de los hallazgos más importantes. el reporte técnico de la encuesta ofrece información metodológica más detallada y un análisis más a profundidad.

Desconocimiento de tecnologías para la seguridad que se utilizan en la ciudad

Entre los hallazgos más significativos encontramos un desconocimiento generalizado por parte de los participantes de los tipos de tecnologías que se usan en la ciudad, y poco acuerdo frente a las afirmaciones: “Medellín es una ciudad a la vanguardia del uso de tecnologías para la seguridad” y “Medellín es una ciudad a la vanguardia de la inteligencia artificial en las tecnologías para la seguridad”. Esto a pesar de que el gobierno local usualmente integra el componente tecnológico de la seguridad y sus resultados obtenidos en su discurso ante la ciudadanía.

La seguridad cibernética es un reto de urgencia

Les preguntamos a los encuestados qué niveles de riesgo creen tener de ser víctimas de distintos tipos de delito. Se destacan los delitos cibernéticos con el mayor nivel promedio de riesgo percibido, seguido de ser víctima de atraco, ser víctima de homicidio y ser víctima de abuso sexual en el espacio público, en ese orden. Este hallazgo, reforzado por advertencias de actores claves del ecosistema de seguridad de la ciudad que entrevistamos, prende las alarmas y la necesidad de tomar acción urgente frente al desarrollo de políticas de seguridad cibernética y aumentar la inversión en la capacitación de expertos y expertas a nivel nacional y local que puedan responder a este tipo de delitos. Esto es de especial atención considerando que, de momento, y como evidenciamos en el reporte final de Edgelands Medellín, sólo 5 Policías en Bogotá están capacitados para resolver este tipo de retos en el país.

Baja información, alta desconfianza

Por otra parte, encontramos que, en términos generales, los encuestados manifiestan tener desconocimiento sobre la operatividad y la efectividad de las tecnologías para la seguridad y la vigilancia. Ante una lista de tecnologías que se usan o se podrían usar en Medellín, solo un promedio de 51% de las tecnologías que ya son implementadas en la ciudad son reconocidas como tales por los encuestados. Este número está sesgado por las cámaras de vigilancia y el reconocimiento de placas (LPR), que son reconocidas por un 97% y 81% de las personas de la muestra, respectivamente. Si se excluyen estas dos herramientas, sólo el 39% reconoce el resto de las tecnologías. Por ejemplo, los Robocop, sistema que discutimos ampliamente en el reporte sobre ordenanzas locales para la regulación de las tecnologías para la vigilancia en Medellín, y que fue una de las apuestas bandera de la administración 2020-2023 en materia de innovación para la seguridad, solo son reconocidos por un 15% de los encuestados.

La información con la que cuenta la ciudadanía se limita, si mucho, a la inversión económica y la adquisición de tecnologías por parte de la Alcaldía, dejando espacio para interpretaciones y un amplio desconocimiento respecto a los impactos, resultados, implementación y regulación de tales políticas. Esto a su vez es consistente con la desconfianza manifestada por los encuestados frente a la integridad del uso de datos personales con fines de seguridad por parte de instituciones gubernamentales y empresas privadas. Es por esto que nos satisface lanzar el primer compendio público de tecnologías para la vigilancia usadas por el gobierno en Medellín en el reporte final de Edgelands Medellín; esperamos que contribuya a disminuir las brechas de información existentes.

“El problema es la falta de información. No sé qué tecnologías se usan ni para qué. Tampoco conozco su efectividad ni quien las usa o para que se usan. Es un tema importante para mí y resiento no tener más información al respecto.”
“Creo que limitar el tema de seguridad a la utilización de tecnologías no permite transformaciones reales y sostenibles. No se habla de resocialización, de controles para evitar el ingreso de nuevos grupos delincuenciales.”
“Mejorar la seguridad a través de los dispositivos de la tecnología tiene muchos beneficios en tanto esté mediado por la transparencia, por la legalidad, por el manejo honesto y ético de los datos. ¿Cómo se hace para reparar ese vínculo de confianza con el estado? Ahí creo que hay una gran tarea de transformación cultural, y de trabajo con la memoria.”

Algunos de los comentarios de texto abierto compartidos por los encuestados. Todas las respuestas de texto abierto están en el reporte técnico.

Nos preguntamos: si se desconoce si las extensivas inversiones en tecnologías para la seguridad y la posición de Medellín como líder global en la innovación para la seguridad se traducen en mejoras significativas en los indicadores de seguridad, y si los ciudadanos mismos tampoco parecen tener suficiente conocimiento sobre tales inversiones, ¿cuál es la motivación detrás de las mismas?

Más tecnología, limitaciones y componente humano

A pesar de una sensación generalizada de inseguridad, del desconocimiento sobre las herramientas para la vigilancia que se usan, y de la desconfianza en la forma en que sus datos pueden estar siendo usados, los encuestados en general manifestaron querer más y mejores tecnologías para la seguridad. Esto es consistente con investigaciones realizadas en el programa de fellowship de Edgelands Medellín 2023. De acuerdo a la investigación realizada por Juan Rafael Pélaez, los ciudadanos de las comunas 10 y 14 manifestaron sentir más seguridad al tener cámaras de videovigilancia cerca, y que a pesar de que desconfían de que las cámaras funcionen, de todas maneras quieren que haya más de ellas. Esto plantea desafíos a la Alcaldía y la Policía, ya que para la localización de tales dispositivos en la ciudad hay limitaciones técnicas relacionadas con la regulación de los espacios públicos, tal como se presenta en la investigación realizada por el equipo del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC).

‍Por otra parte, los encuestados resaltan la importancia no solo de invertir en más tecnología, sino además de garantizar una adecuada articulación entre tales herramientas y el componente humano, ya que consideran que los dispositivos por sí solos no garantizan mejores indicadores en términos de seguridad. Esto deja claro que los ciudadanos diferencian la tecnología de la implementación y los factores humanos alrededor de la misma: si bien reconocen su necesidad, y la aprueban, reconocen sus limitaciones y su futilidad si no se operacionaliza de manera efectiva y racional.

A pesar de no haber contado con una muestra representativa estadísticamente, los resultados de esta encuesta son consistentes con hallazgos y aprendizajes de otros proyectos, investigaciones y entrevistas llevados a cabo por Edgelands a lo largo de su pop-up en Medellín: se evidenció que los retos de seguridad cada vez se trasladan más a lo digital, y se reforzó la necesidad de una conversación clara y pública sobre el uso de las herramientas tecnológicas para la seguridad, en la que se contemplen posibilidades de regulación y de buenos protocolos de manejo de los datos que utilizan. Esperamos con estos casi 3 años de Edgelands en Medellín haber ayudado a sembrar esa semilla.

Reporte completo de la encuesta.