El 30 de abril de 2021, el Instituto Edgelands celebró su primera conversación Café Croissant con Yves Daccord, Yvette Sánchez, Séverin Guelpa y Sarah Newman.
"El arte invita a la belleza, al capricho, a la curiosidad... reúne nuevas perspectivas y convierte lo cotidiano en misterioso" - Sarah Newman
El pasado viernes 30 de abril, el Instituto Edgelands celebró su primera conversación Café Croissant. La serie se creó para dar cabida al diálogo público y la colaboración en torno a las artes, la transformación digital, la vigilancia y el cambio de los contratos sociales. Los Café Croissants, que se celebran una vez al mes, son reuniones informales basadas en el debate en las que expertos y profesionales de diferentes ámbitos y disciplinas debaten sus propias metodologías para influir en los espacios físicos y digitales. Estos líderes comparten el escenario con los participantes para responder a sus preguntas y fomentar el debate.
En el acto inaugural del Café Croissant, visionarios compartieron sus ideas sobre el uso de las artes para suscitar el diálogo sobre temas difíciles como la tecnología de vigilancia, el contrato social y la transformación digital. Moderados por el cofundador de Edgelands , Yves Daccord, los tres panelistas, los académicos y artistas Yvette Sánchez, Séverin Guelpa y Sarah Newman, exploraron la relación entre la investigación y el arte, tanto en su propio trabajo como en tanto que herramienta transformadora de la sociedad.
Los tres miembros del panel hablaron de cómo el arte tiene el poder de atraer a nuevas personas a conversaciones y espacios dominados habitualmente por prolijos trabajos de investigación, enrevesados informes académicos, etcétera. No hay ningún requisito de doctorado para entender el arte y comprometerse con él: funciona como la forma definitiva y más inclusiva de comunicación sobre cuestiones sociales". Séverin Guelpa, artista y comisario centrado en el trabajo en y con territorios extremos, señaló que "los artistas son especialistas de la emoción: no tendrán soluciones, pero aprenden a abrir ventanas, a hacer preguntas y a traducir ideas a través de los sentimientos en lugar de mediante documentos o investigaciones". Guelpa explicó cómo los investigadores académicos pueden perder a veces la complejidad de una situación, y que la inteligencia conectiva, con ideas que tocan tanto la mente como el corazón, puede "abrir nuevas formas de interpretar cuestiones científicas y sociales: el arte forma parte de cultivar eso".
Sarah Newman, Directora de Arte y Educación del MetaLAB de la Universidad de Harvard, compartió del mismo modo que "las prácticas artísticas pueden producir nuevas formas de conocimiento". Ya ha utilizado el diseño como investigación en sus obras de arte interactivo, que plantean preguntas provocadoras sobre la interacción entre el ser humano y la tecnología y la transformación digital. En su labor educativa, Newman integra la práctica artística en talleres de enseñanza en campos que, a primera vista, parecen alejados del diseño físico. Incorporar el arte a todos los campos de la investigación y la educación puede cultivar la creatividad y enseña a los estudiantes a incorporar una nueva perspectiva.
En su papel de Profesora de Cultura y Sociedad Hispánicas y Presidenta de las Comisiones de Cultura y Arte de la Universidad de St. Gallen, Yvette Sánchez también ve a diario el valor del arte y la arquitectura interactuando con lo digital en los espacios académicos. La Universidad de St. Gallen alberga una impresionante colección de arte público, y el aprendizaje de los estudiantes se enriquece enormemente al verse envueltos en tanta creatividad. Los estudiantes de la universidad explican que el arte "empuja [a los estudiantes] a reflexionar más, a experimentar, y [mantiene] despierta la curiosidad". La respuesta del Dr. Sánchez a esa afirmación:
"¿Qué más que esta condición básica para la investigación y los estudios?".