16 de octubre de 2023

Reflexionando sobre las diferencias: La arquitectura de seguridad de Lagos y Johannesburgo

Samson Faboye

La última entrada del blog de Samson explora las arquitecturas de seguridad contrastadas de Lagos y Johannesburgo, arrojando luz sobre sus enfoques únicos de la aplicación de la ley y los retos a los que se enfrentan.

Noche en Johannesburgo

Foto: Paul Saad

Existen diferencias contextuales entre los sistemas de arquitectura de seguridad de Lagos y Johannesburgo. Una escena callejera típica que observará un visitante de Johannesburgo es la policía (South African Police Service) con sus furgonetas armadas con pistolas... y haciendo de las suyas. Al mismo tiempo, habrá empresas de seguridad privadas también armadas con chalecos antibalas y pistolas (algunas con rifles) vigilando las infraestructuras de sus clientes (desde bancos hasta oficinas y complejos de viviendas)... y la policía municipal (Departamento de Policía Metropolitana de Johannesburgo), también armada con pistolas, básicamente vigilando el tráfico.

Mientras que en Lagos existe la Policía de Nigeria, controlada por el gobierno federal. Se trata del núcleo del servicio de seguridad, con el monopolio/licencia para usar la fuerza de las armas, instigar detenciones y perseguir a los delincuentes. Sin embargo, hay problemas persistentes con este sistema de seguridad. Siempre hay casos de choque de intereses entre los gobiernos nacional, estatal y local, con los gobiernos subnacionales en desventaja para hacer cumplir la ley y el orden independientemente del gobierno nacional. Para acortar esta brecha, el gobierno del estado de Lagos creó equipos paramilitares y de seguridad como:

  • Autoridad de Gestión del Tráfico del Estado de Lagos (LASTMA): para gestionar el tráfico
  • Kick Against Indiscipline (KAI): para hacer cumplir las leyes medioambientales
  • Lagos Neighborhood Safety Corps (LNSC): para recopilar información sobre delincuencia y policía de proximidad.

Estas unidades subpoliciales creadas por el gobierno del estado de Lagos tienen que trabajar como unidades de seguridad complementarias de la policía nacional. Tras el aumento de los casos de secuestro en Nigeria en los últimos tiempos, ha habido llamamientos para delegar constitucionalmente las funciones policiales a los niveles subnacionales de gobierno. Sin embargo, la concesión de licencias para el uso de armas sigue siendo una cuestión controvertida. Aunque en la época de la Independencia existían unidades de policía subnacionales, estas fuerzas se disolvieron en la policía nacional tras la Guerra Civil nigeriana para evitar futuras rebeliones regionales.

A pesar de la descentralización de la policía en Johannesburgo, la delincuencia urbana es frecuente. Sin embargo, Lagos querría aspirar a una policía descentralizada. Más que la descentralización policial, las desigualdades socioeconómicas desempeñan un papel importante en la incidencia de la delincuencia en ambas ciudades. Cada vez se reclama más la instalación generalizada de cámaras en las calles para mejorar la vigilancia. Por otra parte, existen denuncias de brutalidad policial contra los residentes, especialmente en Lagos. Por ello, además de la deseada vigilancia de las actividades de los residentes, se reclama lo mismo para los organismos de seguridad.

Incisivamente, el nexo entre la seguridad y el contrato social exige urgencia por parte de los gobiernos de ambas ciudades para mejorar las condiciones socioeconómicas, ya que ni el aumento de la digitalización ni la fuerza de las armas resolverán el truco.